Creo que no hace falta que diga quién es Tiger Woods. Tampoco creo que haga falta decir ni explicar porque se ha hablado tanto de él ultimamente. No voy a entrar a juzgar lo que hizo o dejó de hacer porque este blog no trata de eso y mi opinión me la reservo para mi. Lo que quiero comentar hoy aqui es la rueda de prensa. No dudo en absoluto que Tiger esté arrepentido y que crea que debe pedir perdón a muchas personas, pero en lo que tampoco tengo dudas es en que esa rueda de prensa no tenía como objetivo la redención. Para mí hubo dos razones más importantes.
Antes de nada tengo que decir, para el que no lo sepa, que Tiger probablemente mueva más dinero que el resto de jugadores del circuito de la PGA juntos.
La primera razón que veo es menos clara que la segunda pero aun así creo que algo influyó. Con el escándalo y la posterior retirada indefinida, el golf en general está perdiendo mucha audiencia y por lo tanto, mucho dinero. El mundo del golf, en el que los premios que se reparten por cada torneo ganado son astronómicos, no se puede permitir esa pérdida. Estoy segura que Tiger lo sabe y si no, se lo han recordado.
La segunda razón, para mi la más importante, tiene que ver ya no solo con el golf sino con el propio Tiger. Tras su escándalo, Tiger ha perdido muchos contratos, mucho dinero y, sobretodo, ha perdido la buena imagen de la que gozaba. La imagen de luchador, perfeccionista, ganador, etc. ha desaparecido. Ahora mismo la gente no sabe muy bien que pensar de él. Esa imagen es la que creo que Tiger intentó lavar con la rueda de prensa de hace un mes.
El hecho de que Tiger Woods tenga que recurrir a este tipo de cosas, hace que se vea claramente que el mundo de la comunicación esta, hoy en día, presente en todos los aspectos de nuestra vida. Incluso para Tiger Woods.
Ahora que ha anunciado su vuelta al circuito en el Masters de Augusta, uno de los cuatro 'majors', veremos si sirvió de algo o no la rueda de prensa.
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